Situado en el precioso pueblo de Carranque, en el valle del río Guadarrama, este hotel es el punto de partida ideal para descubrir esta ciudad histórica. Alberga una de las muestras de mosaicos romanos más impresionantes de la península ibérica, así como una iglesia parroquial que conserva varios elementos renacentistas y barrocos. Además los huéspedes pueden descubrir la villa romana, los restos de la basílica cristiana más antigua y el Ninfeo, que se remonta a la época de Teodosio el Grande en el siglo IV. El hotel está situado en una zona con jardines todos del mismo estilo, con arboledas, sendas adoquinadas y pequeñas plazas con fuentes. La decoración de las habitaciones está cuidada hasta el último detalle. Todas son de estilo rústico y moderno con reminiscencias del mobiliario clásico castellano.